Feederismo, cuando engordar a tu pareja te excita

Por: Olivia Guzón

Publicado en Estilo de Vida el Martes 21 Agosto 2018, 2:25 Pm

Es bien conocido que al iniciar una relación ambos miembros de la pareja tienden a subir de peso debido al tipo de actividades que realizan: ir al cine (y comer palomitas y refrescos obviamente), ir a comer, cenar, desayunar, ver pelis en casa (con una botanita, claro está) sin embargo, mientras muchas parejas no se sienten satisfechos por este aumento de peso, otras… lo gozan. Especialmente cuando es sólo uno quién engorda y otro quién lo alimenta.

El “feederismo”, proveniente del verbo en inglés “feed” que significa alimentar. Este es un fetiche en que involucra una relación co dependiente, en la cual uno de los participantes siente excitación o satisfacción al alimentar en exceso, o engordar, a su pareja, mientras que la otra persona se siente amada y hasta alabada por la devoción que su pareja demuestra por su aumento de peso.

Y es que mientras los estereotipos y la publicidad muestran cuerpos torneados como el máximo estándar de sensualidad, para el “alimentador” o “feeder”, como se le conoce en inglés (FA), es sexualmente excitante contar con una pareja más que robusta. Este rol es tomado en su mayoría por el hombre, quien además suele ser delgado.

No hay que confundirse, una cosa es estar enamorados y que tu pareja no tenga la mejor condición física y te excite sin importar ello debido al amor que se tienen, y otra, muy diferente, el sentir excitación en el proceso de sobrealimentación e incitar ese comportamiento en tu pareja.

Para los “alimentadores”, ver a la persona comer en exceso resulta realmente placentero y sentir la piel obesa, sobre todo los faldones o dobleces que se forman (las “pellas”, por así decirlo) puede llevarlos incluso al orgasmo.

En esta relación no toda la “diversión” se la lleva quién alimenta, la persona que engorda disfruta del sentido de dominio que le proporciona la excesiva atención de su pareja, quien está a su disposición para alimentarlos prácticamente 24 horas, ycon cada kilo que aumenta su confianza y sensualidad también lo hace, oh sí, leíste bien.

En la mayoría de los casos son las mujeres quienes cumplen el rol de “alimentadas” o “feedees”como se les conoce en inglés (bajo las siglas BBW o SSBBW), y para nada están acomplejadas por su aspecto sino todo lo contrario, ellas se sienten orgullosas de su sobrepeso, se admiran y se sienten sexys. De hecho muchas de ellas participan como modelos sensuales para portales dirigidos a “apreciadores”. Sí, en este fetiche existe un tercer participante, en su mayoría anónimo, quien detrás de una pantalla siente el mismo deseo y excitación por la obesidad, lo que también se conoce como anastimafilia, una parafilia o patrón de comportamiento sexual que no necesariamente evoluciona a convertirse en “alimentador”.

Curiosamente son los “alimentadores” quienes suelen cumplir el rol de fotógrafo, excitándose aún más al ver a sus parejas lucir su obesidad en lencería y, sobre todo, ante la posibilidad de que otras personas las admiren, incluso a nivel pornográfico en portales donde la anastimafilia es todo un género.

Para la mayoría de los “alimentados” su meta es clara: llegar al grado de no poder moverse de su cama, de ni siquiera poder levantarse al baño, es decir depender completamente del cuidado de su pareja, de manera que deban ser atendidos constantemente, lo cual es precisamente también la máxima satisfacción del “alimentador”, pues les brinda el control total sobre una persona, los roles se invierten y el papel dominante pasa a ser suyo, ya que los hace sentir indispensables convirtiendo esa dependencia en un mayor grado de excitación.

El problema de salud que este fetiche involucra es evidente, pero también esconde una fuerte connotación machista, ya que al llegar a esos niveles de obesidad la mujer vuelve al rol sumiso dependiente de su proveedor, en este caso su “alimentador”, y por él es capaz de todo, incluso llegar al límite de la muerte y la locura.

Por más increíble que parezca cada vez son más los casos de feederismo reportados en noticieros y documentales en todo el mundo, al grado que no sorprenden las historias de personas que han ido a parar al hospital o muerto por padecimientos relacionados con obesidad mórbida. La codependencia en cualquier relación no es sana, pero cuando la llevas a los límites y además pones en juego la salud de una persona entonces se convierte en un trastorno verdaderamente peligroso.

Una cosa es aceptarse tal y como eres, con un cuerpo que tal vez no será el de una o un supermodelo, pero sano, y otra abusar de tu salud.Ámate por lo que eres, no por cómo te ves, el feederismo, de manera irónica tal vez, al final de cuentas ha terminado en convertirse en un estereotipo de belleza para muchos, en donde la atención se enfoca de nuevo en el aspecto físico, aunque se trate de uno obeso.

La Urbe

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