Reunida con un grupo de amigos llegamos a una conclusión innegable: Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido por amor. Sin embargo, el debate llegó cuando los hombres del grupo aseguraron que son las mujeres las que pueden causar un dolor aún mayor que el de un hombre cuando de relaciones se trata.
Uno de ellos llegó a decir que "Las mujeres son como las boas constrictor, van creando una red de mentiras y conspiraciones que van apretando a la persona hasta que la asfixian y la matan. En cambio los hombres son como los martillos, dan un sólo golpe". Asegurando otro, que los hombres llegan a ser 'cabrones' precisamente por culpa de las mujeres y sus malas decisiones con sus parejas.
Por ello, te dejamos algunas de esas historias 100% reales con las que probablemente te puedas identificar si has llorado por amor alguna vez, a ver si estás de acuerdo en que, como la mayoría de los hombres argumenta, las víctimas son ellos, y la causa de que halla hombres que se vuelven unos completos canallas es debido a lo despiadado que puede llegar a ser el género femenino.
Drama, drama y más drama
Mi ex novia me hizo un drama de novela. Cuando terminé con ella, me puse con otra muchacha y salió embarazada. Cuando mi ex se enteró decidió embarazarse de otro tipo, para luego ir a mi casa y decirme que era mío y que dejara a mi pareja. RODRIGO, 27 AÑOS
La novia de mi mejor amigo
Yo estaba enamoradísimo de una chica que resultaba ser la novia de uno de mis mejores amigos. Nunca intenté nada, pero ella siempre me pedía que fuera a su casa a verla, a veces hasta de madrugada, o me pedía que la llevara a comer, al cine o a cualquier lugar que ella quisiera. Como a mi me gustaba mucho lo hacía. Me acuerdo que una vez hasta me besó diciéndome que yo le gustaba. Duré años clavadísimo con ella hasta que un amigo comenzó me hizo entender que la chica me estaba utilizando. MANUEL, 34 AÑOS.
Amistad tóxica
Hace como seis años, conocí a una muchacha cuando trabajaba en un ciber y nos hicimos muy buenos amigos; luego ella empezó a cambiar conmigo, a decirme cosas, a hacerme sentir especial, pero cuando se puso de novia me dejó de hablar. Venía a mi trabajo y me ignoraba, pero en cuanto terminó con él regresó para que yo la consolara. Últimamente comenzó a celarme exageradamente de TODAS las mujeres con las que platico o hasta se ponen a un lado de mi. Un día hasta llegó a marcarle a una compañera de trabajo porque yo estaba mensajeandome con ella. JUAN, 31 AÑOS.
No eran tan buenas amigas
Cuando estaba en la secundaria le conté a mi entonces mejor amiga, que me gustaba un compañero del salón. Justo al mes de esa plática ella se puso de novia con él. Yo, tratando de ser buena amiga hasta el final le ayudaba con el tipo. Le hablaba bien de ella y todo. Al final, mi supuesta amiga le puso el cuerno y se fue de la escuela. Después de eso, el tipo me aborreció hasta que salimos de la escuela. De hecho, en nuestro álbum de despedida me escribió: Espero que te vaya muy bien, pero nunca se me va a olvidar lo que me hicieron tú y la Judith. CAROLINA, 28 AÑOS.
El momento en el que se me rompió el corazón
Cuando estábamos en segundo año de prepa decidí hacerle una manta para pedirle a la niña que me gustaba que fuera mi novia. Ya teníamos rato saliendo, al cine, a comer y esas cosas. Le pedí a mis amigos que me ayudaran a hacer la manta y permiso al subdirector para que me dejara hacerle la pregunta durante la hora del homenaje con micrófono en mano. Eran las 7 de la mañana y toda la escuela estaba ahí. Cuando después de un pésimo y tartamudo discurso le pregunté que fuera mi novia sólo se volteó y se fue del homenaje. Lo único que recuerdo es el grito unisono de todos los de la escuela diciendo "UUUUUUUHHHHH". ALEJANDRO, 29 AÑOS.
Con hierro caliente
Una novia con la que ya tenía tres meses decidió de buenas a primeras terminar conmigo, diciéndome que necesitaba estar sola, que tenía muchos problemas y que quería un tiempo para ella. No pasó ni el mes y la morra ya andaba de novio con otro tipo. Lágrimas, tristeza y una depresión que me duró cuatro meses siguieron de esa ruptura porque era la primera vez que me enamoraba chilo. Nunca voy a olvidar lo que me dijo un amigo: Te acuerdas que en la era medieval se cerraban las heridas con hierro al rojo vivo?, Y yo...si, y el responde ahhh ps mire a tu morra con un vato en el cine romanceando... Ése es tu hierro caliente FRANCISCO, 30 AÑOS
El Karma
Cuando iba en la preparatoria había una muchacha de otro salón a la que yo le gustaba. Siempre iba a buscarme acompañada de una amiga, así a pesar de que yo le gustaba comencé a salir con su amiga. Empezamos a tener química y a gustarnos. Platicábamos mucho, la iba a visitar a su casa y empezamos como a quedar bien. Me acuerdo que en esos días iba a ser la fiesta del Día del Estudiante o algo así y la invité. Como a ella le gustaba mucho bailar y yo no sabía, todos los días me ponía a practicar con la escoba y el trapeador para ese día mostrar mis mejores pasos y conquistarla. Yo estaba muy ilusionado. Llegó el día y pasé por ella. Resulta que bailar con alguien la quebradita, que en mis tiempos se bailaba mucho, no es lo mismo que bailar con una escoba. Le dejé todos los pies pisoteados y ella me pidió que nos sentáramos. A los minutos llegó otro amigo y la sacó a bailar, ella me miró y se levantó. No la volví a ver en toda la fiesta porque se la pasó bailando con él. Después de más de una hora no aguanté y me fui a mi casa en camión. EDUARDO, 44 AÑOS.
El plan perfecto para hacer que rompan
Tenía 15 años y estaba de novio con una chica de otro salón. Me acuerdo que la primera vez que nos besamos entendí lo que se siente caminar sobre las nubes. Lo que yo no sabía es que le gustaba a una amiga de ella. Así que la muchacha decidió comenzar a hablar mal de mi con mi novia, le lavaba la cabeza en contra mía y comenzaba a interponerse en la relación. Tanto así que cuando mi novia y yo estábamos platicando llegaba y se sentaba, literalmente entre los dos. Hasta que llegó un día en el que me hartó y comencé a reclamarle y decirle que dejara de hacer eso. La muchacha se enojó y comenzó a gritarme y empujarme, y yo, como era adolescente comencé a enojarme más y más. Total que la muchacha salió corriendo y yo detrás de ella para seguir peleando. Después de esto, la chica comenzó a hablar peor de mi con mi novia, hasta que la convenció y ella decidió dejarme. A los días intenté regresar con ella y me armé de valor para pedirle de nuevo que fueramos novios. Me le acerqué aunque estaba rodeada de su séquito de amigas. Se me hizo larguísimo el camino para llegar a ella y cuando le pregunté frente a sus amigas si quería que regresaramos, sólo me miró y sin decirme nada, con cara de asco me negó con la cabeza y se volteó. En ese momento sentí cómo se me empezó a romper el corazón. ÓSCAR, 43 AÑOS.
Lo acepto, fui una maldita
Acepto que una vez fui muy maldita con un muchacho. Yo acababa de mudarme a Tijuana y estaba cursando mi primer año de secundaria. Un día llegó al salón el amigo dos años mayor de una de mis amigas. Todos en el salón se salieron y nos dejaron solos. Él decidió confesarme que yo le gustaba y que quería que fuera su novia. Yo comencé a enojarme, le empecé a gritar que estaba tonto, que se dejara de cosas y que a mi no me gustaba. Me sentía tan enojada que me salí del salón gritándole que no iba a ser su novia. Lo dejé ahí a la vista de todos mis compañeros que estaban afuera del salón. CITLALI, 23 AÑOS.
Amor de prepa
Típico que estás en la prepa. Yo estaba súper enamorado de mi entonces novia y la adoraba. Le hacía sus exámenes, y le daba todo lo que me pedía. Después de 7 meses en los que cortábamos y regresábamos porque yo trataba de solucionar las cosas, un día me llevó a un salón solo y me empezó a decir: Gabriel, necesitamos hablar. Yo ya no te quiero, no siento nada por ti y ya no quiero que nos veamos. No quiero que me vuelvas a hablar. Se dio media vuelta y se fue. Íbamos en el mismo salón. GABRIEL, 24 AÑOS.
Súper bateado
Cuando estaba en primero de prepa me gustaba mucho la hermana de una de mis amigas. Un día yo le pedí que fuera mi novia pero ella me dijo que no, y que nunca lo sería. Como a mi me gustaba mucho yo seguí cerca intentado conseguir una oportunidad. Ella se aprovechaba de eso y siempre me contaba absolutamente todo lo que hacía con sus novios y todo lo que le hacían. Cuando terminaba con ellos me buscaba para que le levantara el ánimo. Me tuvo así por más o menos cuatro años. RAMÓN, 36 AÑOS.
