El atronador rugido del motor apaga cualquier otro sonido que se atreva a intentar escucharse por ahí. El viento golpeando y doliendo contra el rostro, mientras agita con fuerza la tela de tu ropa. La libertad de ser solamente tú y tu máquina contra esa larga y polvosa carretera que se abre ante ti. Conducir una moto es... La sensación más maravillosa que alguien puede sentir en el mundo y al parecer también la más arriesgada.
El motociclista Roberto Sauceda, mejor conocido entre sus amigos como 'El Wamo' habla sobre el estilo de vida 'biker', los riesgos, prejuicios y hasta las pérdidas de amigos y conocidos a manos del alcohol y la velocidad.
La Urbe: ¿Cómo empezó tu gusto por las motocicletas?
Wamo:Empezó hace como unos 25 años. Tuve una motocicleta Vespa Ciao que encontramos arrumbada en una bodega de un negocio que nos traspasaron. La encontré y estaba el puro cascarón, la tuve que reconstruir hasta que la eché a andar. La usaba para ir y venir al trabajo. Así empezó, de esa pasé a una scooter, luego que empecé a trabajar, en mi trabajo había una (moto) 250, luego una deportiva, una CBR 900 y así me fui hasta hoy que tengo dos, una Yamaha Drag Star 1100 y una Honda Touring 1100.
La Urbe: ¿Por qué la vida biker?
Wamo: Fíjate que es algo que no se puede explicar. Hay gente que es y hay gente que no es. Hay personas que cuando se suben a una moto y tienen su primer susto se bajan y dicen 'esto no es para mi' después de que te dicen, 'Hey, ayúdame a comprar una moto' y se calientan. Obviamente una moto es muy peligrosa, ¿no?, quién te diga que no lo es te está mintiendo. Esos que dicen que nunca te va a suceder nada no es cierto.
Ya que estás arriba de la moto, que te das cuenta de todo el peligro. Siempre al primer descuido, tanto tuyo como de las demás personas te va a provocar un accidente, por eso, si tú pasas esa prueba y decides quedarte arriba de la moto ya es muy difícil que te bajes y empiezas a disfrutarlo.
Después de eso empieza la adaptación, con tu gente, con tu tiempos, con tus costos. Porque mantener una moto es bastante costoso.
Si ya haces eso comienza la pasión. Empiezas a echarle mano (a la moto), a arreglarla, limpiarla, comprárle cosas y luego vas tú. No, que me voy a comprar mi chalequito de cuero, botas, a andar en levis, cadenas, lentes y así armas tu outfit, tu vestimenta.
Y la pasión... El estar viajando. Pero hay mucha gente a la que no le gusta viajar, hay otra que le gusta la pura fiesta y andar en moto.
Creo que cada quien ve la vida biker como se le acomoda. No es cierto eso de que hay un protocolo. Hay mucha gente que es joven, soltera y anda pa' arriba y pa' abajo, y puras borracheras y hay otros que son tranquilos y su vida biker es andar así o con su familia, viajan y todo eso. Hay otros que viven de esto, que tienen talleres, que tienen casas clubs. Cada quien la lleva como se le acomoda.
La Urbe: ¿Por qué hay motociclistas que pertenecen a clubs?
Wamo:Aquí en Culiacán y en la mayoría de las partes de México (un motoclub) se conforman por amistades que les gustan las motos y que empiezan a rodar juntos, luego se ponen un nombre, luego parches y así se conforman. Es un grupo donde tienes camaradería, que se apoyan entre sí. Al salir con alguien al lado te echa la mano en caso de que tengas alguna contigencia; tienes el apoyo y reconocimiento de otros clubs y del tuyo.
*La Urbe: En las películas siempre vemos que existe un 'código' entre los bikers en la que se ven como una hermandad de por vida, ¿es cierto?
Wamo: Sí, es cierto. (Los clubs) son como una hermandad, son fraternidades, son como clubs. Aquí en México en el que son puros amigos que nos llevamos, convivimos, nos echamos algunas chelas jugando un dominó o viendo un partido. En Estados Unidos sí es un poquito más riguroso. Si empiezas en uno ahí te vas a quedar, pero aquí si no te encuentras bien en un club, que no estás en la fraternidad que querías pues te cambias a otro sin ningún problema.
La Urbe: ¿Cuál es la regla más importante de su código?
Wamo: El ayudarnos entre nosotros, esa sería una de las más importantes. El apoyarse incondicionalmente en cualquier problema que se pueda tener, pero también hay muchas reglas no escritas que son muy importantes. Por ejemplo el respeto a la familia, a tu vida, a las parejas.
La Urbe: ¿Son reales las rivalidades entre clubs?
Wamo: Fíjate que no tanto. Por lo menos aquí en Culiacán hemos cuidado mucho ese detalle. Por ejemplo, aquí en Culiacán hay una asociación que se llama 'Motociclistas Unidos de Culiacán', en la que ya se encuentran registrados 32 clubs, unos activos otros inactivos. Ya tenemos 6 años que tenemos esta asociación y cuidamos mucho ese detalle porque pues obviamente Culiacán es una ciudad muy violenta, no? Y que si te pones a hacer una cosa que pueda no gustarle a otra persona pues lo puedes pagar hasta con tu vida.
Entonces nos dimos cuenta que (cada club) estábamos muy segredados y para que no sucedieran problemas; notificarnos sobre cualquier contingencia o evento y estar unidos para que no sucedan ese tipo de cosas (rivalidades).
Sí hay rivalidades pero entre motoclubs de otros lados y que han provocado cosas que no deberían suceder pero aquí afortunadamente no.
La Urbe: ¿Qué experiencias te han dejado los viajes en moto?
Wamo: Más que otra cosa es el crecer la hermandad entre los motociclistas. Conocemos a mucha gente de fuera, muchos pensamientos diferentes, muchas experiencias, muchos lugares muy bonitos. Conoces lugares coloniales, playas, sierra, monte, carretera, pero lo más importante son las personas, ¿no?.
Obviamente está bien perro que te va pegando el aire, vas viendo cosas nuevas, el manejar. Tú vas tocando carretera, levantas los dos pies del suelo y ya no quieres voltear atrás.
Tú vas tocando carretera y levantas los dos pies del suelo y ya no quieres voltear atrás.
La Urbe: ¿Qué riesgos corren al andar en moto?
Wamo: En ocasiones a las mismas autoridades que a veces nos satanizan. Nos empiezan a cazar, a perseguir sólo por el hecho de ser motociclistas. (También) A la sociedad que creen que somos una bola de malandrines, andrajosos sin negocio. Que muchos sí somos, ¿no? (risas), pero muchos otros no. La mayoría (de los motociclistas) que yo conozco es gente empresaria, ingenieros, abogados, dueños de negocios, porque pues, para empezar no cualquiera puede comprar una moto por que no es una necesidad básica. Para tener una moto por lo menos debes tener un modo cómodo de vivir, un auto y resueltas varias cositas, ¿no?.
La Urbe: ¿Por qué crees que una parte de la sociedad tiene prejuicios o ve con malos ojos a los motociclistas?
Wamo: Nos ven disfrazados y la gente cree que lo hacemos por fantochada pero en realidad lo usamos por que se ocupa. Todo ese ajuar que usamos la mayoría de los motociclistas es por protección, por los raspones, caídas. Usamos botas, rodilleras, pantalones levis, chamarras o chalecos de cuero. Todo lo que se pueda usar en la cabeza para protección, pañuelos, lentes. Todo eso que nos da un aspecto rudo o de malo es una necesidad, y con un plus, ¿no? Porque tú le metes pues parches, te pones cadenas y pues entonces la sociedad nos ve y nos sataniza y nos dice '¡Ay, no, parece malo!' aunque en realidad sea un doctor prominente.
La Urbe: ¿Alguna mala experiencia que hallas vivido en algún sitio a los que has viajado?
Wamo:Amigos malacopa, desconocidos bronqueros, choques. Una vez me robaron la moto (ríe). Andábamos en la fiesta y se me descompuso la moto. Le dije a un amigo que nos fueramos a seguirle y la dejé ahí cerca del Estadio Teodoro Mariscal en Mazatlán y vámonos. Agarramos una pulmonía y le seguimos. Pasó la noche, nos fuimos a dormir y yo ni en cuenta de la moto. Y en la mañana me habla mi 'apá y me dice: 'mijo, ya encontramos la moto'. Yo estaba dormido en el hotel, ni sabía. Y le dije: 'pues, ¿A qué horas se me desapareció?' y me contestó: 'No pues allá la encontraron en una colonia'. Un pepenador se la había llevado empujando porque no servía la moto y está grandísima, y como se la llevó empujando pues el amigo no aguantó y llegó a una casa donde le pidió permiso a una señora para dejarla ahí, pero pues la señora vio la facha del amigo y dijo, no pues este no puede ser el dueño de la moto y agarró y esculcó y en una de las alforjas encontró un recibo de Nextel del teléfono de mi papá. Entonces le marcaron y él me avisó. Y como esas un montón.
La Urbe:Ahora que tocas el tema de conductores que abusan del alcohol, ¿has perdido a algún amigo o compañero a causa de la velocidad o el manejar alcoholizado?
Wamo: Ese es un tema muy delicado. (En la asociación) Tenemos una estadísitca de las personas que perdemos al año y muchas son por el alcohol. A veces se nos pasan las 'cucharadas', aunque uno no quiera aceptarlo. También hay muchas otras situaciones, ¿no? Al estar sentado arriba de una moto estás expuesto a que te suceda algo, pero sí, el alcohol ha influido en algunos de los muchos decesos que hemos tenido.
Y cuando no es por consecuencia del alcohol de forma directa es cuando andan cansados por la fiesta, o que andan crudos y quieren agarrar carretera o a veces que está mal la carretera.
La Urbe: ¿Tienes alguna recomendación para evitar estas tragedias?
Wamo: Sí, intentamos hacer conciencia entre nosotros. Para eso también están los clubs y las hermandades. Si ves a alguien malo le quitas la moto o las llaves, lo alivianas o lo mandas por un café o algo así, para evitar que sucedan ese tipo de percances.
Yo ya tuve un accidente.
La Urbe: ¿Cómo te fue?
Wamo: Pues... fue cadera, fémur, pie, la cabeza, un dedo y pues el orgullo (ríe).
La Urbe: ¿Cuánto tardaste en volver a subirte a la moto?
Wamo: Te voy a ser sincero, yo estaba con la pata levantada, la cabeza abierta, el dedo quebrado y una costilla. Y yo no aguantaba el estar acostado en la cama del hospital. Yo ya quería estar arriba de la moto.
Mucha gente dice que (andar en moto) es una adicción, otros dicen que es una pasión, para muchos de nosotros es un vicio. No sé como se pueda catalogar esto, pues me pudo haber costado la vida. Estuvo fuerte el accidente pero de todos modos yo... yo nunca pensé en dejar la moto.
Mucha gente dice que (andar en moto) es una adicción, otros dicen que es una pasión, para muchos de nosotros es un vicio.
Sí me daba miedo. De hecho la primera vez que volví a agarrarla quería cámaras de 360 grados alrededor de mi para verlo todo, ¿no?. Pero nunca me pasó por la cabeza el dejarlo. No es como dejar de comer o respirar, ¿no?, pero sí lo siento como una necesidad. Es algo que no se puede explicar, cada quien lo lleva de manera distinta pero por lo menos yo, nunca me ha pasado por la cabeza dejarlo.