Cuando surgió por primera vez la serie en los 80’s el mercado al que iba dirigido era obvio: niñas pequeñas, pero cuando regresó a la pantalla chica en el 2010, de la mano de la línea de juguetes Hasbro, bajo el nombre My Little Pony: Friendship is Magic(Mi Pequeño Pony: La Magia de la Amistad, en los países de habla hispana) nadie esperaba que encontrara su nicho en los corazones de la población masculina joven y adulta.
En el 2014, un estudio estadístico reveló que alrededor de 12.4 millones de personas en Estados Unidos podían ser identificados como bronies, una mezcla del término “bro”, derivado de “brother” (hermano, en inglés), y la palabra “ponies”. En México no se ha realizado ningún sondeo, pero existen diversas páginas de Facebook con miles de seguidores que muestran que este club de fans definitivamente se ha esparcido por todo el País, además de convencionales nacionales que lo comprueban.
Pero, ¿por qué les gusta? La nueva versión de My Little Pony podría ser considerada por muchos como sumamente femenina debido al tipo de animación: ponis con adorables y enormes ojos, el exceso del uso de colores como rosa, morado y tonos pastel, además de lo obvio, ¡se trata de ponis! Sin embargo, la visión de los Bronys va mucho más allá de los estereotipos de género.
Para ellos, y sus homónimas femeninas, mejor conocidas como PegaSisters, el valor de la serie se encuentra no sólo en sus proezas de animación, sino en la trama, ya que su creadora Lauren Faust ha incorporado personajes con características y sentimientos que reflejan una realidad más contemporánea, quienes además tienen un impacto positivo, pues cometen errores y aprenden de ellos en cada episodio. Uno de los personajes más queridos por la comunidad Brony es Rainbow Dash, quien se podría considerar un personaje feminista, ya que su actuar es audaz y decidido y cuenta claramente con metas profesionales de equidad de género como pertenecer al equipo de voladores acróbatas de “Equestria”, lugar donde se desarrolla la serie.
Tanto ha sido el gusto por la caricatura que ha dejado de ser considerado un club de fans para convertirse en toda una subcultura, donde los integrantes adoptan nombres compuestos por elementos del mundo de My Little Pony, como DustyKatt, SpartenBug, SparkleDust, etc; poseen mercancía de la serie, y sobre todo tienden a “ponificar” todo, es decir, a adaptar personas, cosas o incluso personajes de otras caricaturas con las características animadas de los ponis de la serie, así como incluir a los personajes de la serie en escenarios diferentes a los del mundo en el que pertenecen.
El documental “A Brony Tale” muestra claramente estos elementos, sobre todo la “ponificación” al presentar como un grupo de bronies de la milicia estadounidense gusta de dibujar “ponis militares” y hasta ha personalizado sus armas con personajes de la caricatura.
De acuerdo con el documental, la mayoría de los bronies son heterosexuales y tienen entre 13 y 30 años, aunque existen bronies de hasta 57 años, lo cual te hace pensar ¿si ellos pueden apreciar una caricatura por su contenido sin importar los estereotipos de género, quién es mejor persona: tú que tras leer esta nota te atreves a juzgarlos o ellos?